De Candelario me gusta todo, sus calles, sus bares y restaurantes, sus bonitas casas, esas batí puertas u regaderas, etc, etc,
Lo que más nos gusta de ir a este pueblo es cuando empieza el deshielo,las cristalinas aguas bajan a toda velocidad por los pequeños canales de sus calles y brotan por sus fuentes y es una gozada pasear por el pueblo y ver todas las casas que parecen muchas sacadas de la epoca medieval.Vamos siempre que podemos y seguiremos haciendolo,aunque con sus cuestas y calles empedradas ir con el cochecito del niño resulto.....digamos un buen metodo para bajar la comida.Dispone de un parque con columpios y mesas de piedra ideales para comer allí en un día bueno si quieres ahorrarte la comida y llevarla de casa,aunque tiene muchos restaurantes en los que se come muy bien.
Es un pueblo que merece la pena visitar y patear, tranquilo agradable con habitantes muy amables y con ganas de establecer conversación y si agrada la fotografia el paseo se puede agrandar una enormidad.
Jolie petit village de montagne, typique de la sierra de bejarencore authentique mais quel froid (normal en hiver)
Es un pueblo que conserva la arquitectura tradicional, lo cual no puede decirse lamentablemente de otros pueblos de su entorno. Todas las casas renovadas respetan esta estética. Las calles son empinadas. Conviene dejar el coche en la entrada del pueblo, donde habilitan un aparcamiento en el campo de fútbol. Luego andando se recorre muy bien. Las calles llevan canalizaciones para el agua de la montaña, lo que aporta un constante rumor de agua.
Siempre se habla de la Alberca como imprescindible... Pues no tiene nada que envidiar Candelario.Acogedor sin el agobio turístico que aunque no critico su potencial en ese sector, hace sentir más la autenticidad. Además es fácil por carretera acceder desde SalamancaLo recomiendo
La estructura del pueblo, su situación, sus edificios, su paz. Posibilidad de hacer recorridos por senderos o subir (a pie, en bicicleta o en coche) a la sierra. Lo único que debería cambiar sería que los menús de los restaurantes se mantienen con rara unanimidad en 12 euros, pudiéndose ofrecer más baratos, sin merma de la calidad de los platos.
Llegas a Candelario y parece que entras en una regresión en el tiempo. Dejas el coche en la entrada y te adentras por sus calles empinadas y empiezas a descubrir sus calles, sus fuentes (hay muchas), su arquitectura (casas del s. XVIII), sus plazas, pasadizos, sus tiendas y sus embutidos ibéricos, una maravilla en todos los sentidos.
Candelario,es un pueblo de la provincia de Salamanca,está a 4 km de Béjar y a 76 km de Salamanca,es un pueblo serrano,está situado en la falda de la Sierra de Béjar,su Casco antiguo,es único,con esas calles tan estrechas,sus casas con vigas de madera que se ven en el exterior,sus batipuertas de madera y las regateras,que adornan las calles,por donde circula el agua que baja de la sierra,hacen de Candelario un atractivo turístico,de la provincia de Salamanca,tiene bastantes cuestas,dado que es un pueblo serrano,a la entrada del pueblo,tienes un aparcamiento muy grande donde dejar el coche y luego,sumérgete en sus calles encantadoras,no pasarás sed,ya que sus calles están llenas de fuentes,de un agua muy rica y muy fresca,tienes bares y restaurantes para tapear o para comer y un parque con merendero,por si te traes la comida de casa,te recomiendo que lo visites,te gustará.
un pueblo único, dejas el coche a la entrada y te adentras en sus calles presenciando una regresión en el tiempo. cuidando al mínimo todos los detalles. es un pueblo precioso que no puedes dejar de ver!