Lo hemos frecuentado este verano ya que a mi marido le habían recomendado a un profe que da las clases prácticas de golf.Mientras él daba las clases yo me quedaba según el día o bien en las piscinas (increíbles vistazas), o bien dando una vuelta o tomando algo.Recomendable 100%, él dice que ha mejorado muchísimo su juego con las clases intensivas que ha dado con Josema, y mis niños y yo hemos disfrutado muchísimo con el entorno, lugares para jugar y piscinas ideales para niños pequeños, aunque a mí el golf de momento no me llama mucho la atención.También parece que hay paddle y tenis, estaban haciendo obras de ampliación en esta parte, y aunque había un aparcamiento bastante grande en la parte interior entrando por la puerta de arriba (no la de entrada del club) había vallas en ese momento que el primer día nos despistaron un poco.
Estuvimos con la familia disfrutando de las piscinas del club. Espacios bien cuidados y sobre todo, tranquilos. En el chiringuito dan menus a precio asequible. Buen sitio para pasar el dia.
El entorno donde se encuentra el campo es magnifico, el poder jugar a los pies del monte Abantos y del Monasterio es impresionante y sin duda el mantenimiento y cuidado del campo junto con el trato recibido es de lo mejor que puedes encontrar.Por otro lado la escuela de Josema Aparicio es magnifica con sistemas de análisis de swing que hacen que evoluciones bien y rápido.
El club dispone de bellas vistas y un restaurante y bar bastante bueno en su relación calidad precio. Y si les gusta el golf, el campo es precioso con algunas calles que dan directas al Monasterio.
Jornadas de trabajo en una de las salas del chalet social, excelente comida y postres, paraje esplendido y aprendimos a dar unos cuantos golpes además de medirnos con su sofisticada tecnología de radar.
Aunque no seas socio se puede ir a comer. El entorno es espectacular, las vistas del monasterio, los pavos reales, el campo de golf, los viejos árboles. Comimos muy bien y con una relación calidad precio excelente. Totalmente recomendable!!
Situado en la falda del monte abantos, aparece este campo de golf donde lo mejor sin duda, son sus vistas, tiene un comedor muy amplio y es perfecto para ir a comer con niños que pueden jugar a sus anchas en el exterior.En cuanto a la comida, depende del dia, no es gran cosa, pero los precios tampoco son elevados.
Hemos celebrado el domingo día 18 de mayo la primera comunión de nuestro hijo, y el resultado ha sido inmejorable.Cristina un 10. No se puede tratar mejor a los clientes!!!El servicio de camareros, con Joaquin a la cabeza, maravillosoooo. Atentos, amables, pendientes de todo....La comida exquisita.Y del entorno que decir, un recreo para la vista.Todos nuestros invitados quedaron encantados. Repetiremos segurooo!,,,
Es un club ideal, tanto el campo de golf, la terraza, las vistas, su chimenea en invierno, los pepitos de ternera mmmm.... Tomar allí una copa con amigos, cenar en la terraza en verano viendo el Monasterio iluminado!!! Irrepetible!!
En cuanto al Club: El entorno natural, las vistas, la atención del personal, y un comedor relajante, clásico y bien servido.El campo es de los mejores de España